lunes, noviembre 30, 2009


Varda se cansó de despertar sobresaltada por el chillón canto ululante del pulpo arbóreo destacando entre las notas armónicas de los petirrojos, así que optó por tomar medidas.

3 comentarios:

LuisNCT dijo...

Ou! que supremastástico!

David dijo...

esto está brutal!

en serio!

zetadoble dijo...

Yijaaaaa!!!
Gracias!